Homenaje a Garcilaso, en la Real Academia de Bellas Artes y Cªs Históricas de Toledo. Foto ante la tumba.
GARCILASO
La pluma y la espada,
no olvidemos el caballo y la doncella,
ni el Tejo o la nostalgia y la saudade,
ni el emporio del imperio.
Tampoco la batalla, los amigos y los días,
el eterno tiempo de cerezas y papeles,
la casa familiar y el enemigo a la esquina.
Lento suena el escrito cuando se dejan
retazos de emociones y de amores,
rugoso roce en tinta las palabras,
los versos,
abriendo carne a los sentidos.
La espada y la pluma encontradas
-en los agudos filos de la muerte-.
Medio mundo recorrido y terminar,
empotrado en el muro de un sepulcro,
eternecido en piedra, en alma, en calma,
en mármol detenido arrodillado,
mientras perenne se zambulle su recuerdo
en las aguadas evasivas del rio Tajo.
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