miércoles, 26 de mayo de 2010

EL PASO DEL PEREGRINO

I
“... e pese a todo
levo na boca o verso dos vencidos ”
Xosé Carlos Caneiro.


Estación en niebla,
es de noche.
Brillan farolas negras
como si no supiesen lucir en humedad.

Camino y espero.
Respiro e invento la causa
de seguir el camino.
Sólo es una pausa en la posada,
una mirada lenta en el fondo de la taza
del café del lunes.

Después ...
alzar el báculo al frente
y seguir caminando.

Peregrino de pies gastados
mudándose la piel.

II
“Tuvo el tiempo
que limar la herradura de las bestias,
y, entonces, sólo entonces, despertaron ”
Nicolás del Hierro.


Tarde vamos descubriendo el camino
- ese mismo que nos trae de vuelta
hacia el cobijo con nosotros –,
que nos lleva al horizonte.

Pasa el tiempo bajo los pies,
lijándolos, sin preguntarles donde van.

Dioses pequeños sin espuma
Salen al paso de mis pasos,
Inquietantes y tenues como espejos
- a veces como brasas,
a veces como estatuas –,
agitando el líquido del vaso de la duda.

Pasan ángeles de paso cierto
sin mirarme.
Intuyen mi mirada. Se paran.
No me detengo.
Sigo el paso.
- O o O –

III

“Sabed de la luz que lleváis para que no se os apague.”
Anónimo de una tumba de Bagdad

Se que tengo octubres en maleta
y voy pasando puertos.
Se que hay almas blancas que no saben despertar.
Se que puedo ver la luna enredada en las aceras.

No conozco el tiempo. No lo hay. No lo conozco.

El martes sigue al jueves en abril
y se iluminan los caminos de la niebla.
Voy pasado puertos.
Voy pisando puertas.
Se iluminan los destinos de la niebla.

Se abren sendas: busco piedras
recreando una ciudad.
Una voz lo dice:
la ciudad interior no se rompe.
Vigila.

(publicado en: "CARPETA DE POESÍA" Colección Ulises. Toledo. 2000)

No hay comentarios:

Publicar un comentario